El error más común: diseñar para uno mismo

Ilustración de dos parejas de personas observando una interfaz de aplicación móvil gigante con diseño de chat o centro de soporte.

Muchos productos fallan no por mala intención, sino por una suposición equivocada: que lo que el diseñador entiende, también lo va a entender el resto.

Este error es muy común. Quien diseña o desarrolla un producto lo conoce tanto, que pierde la perspectiva del usuario promedio.

Imagen que muestra la diferencia entre cómo los diseñadores ven una app móvil y cómo la perciben los usuarios reales.

Diseñar para otros implica:

Imagen que compara la experiencia de diseño versus la de usuarios reales.

Por ejemplo, un formulario puede parecer claro para quien lo diseñó, pero si varios usuarios lo completan mal, el problema no es del usuario. Es del diseño.

Este enfoque se conoce como diseño centrado en el usuario. No es una moda, es una forma efectiva de crear productos más útiles y accesibles.

Diseñar para uno mismo es cómodo, pero diseñar para otros es lo que hace que un producto funcione de verdad.